¡Hola a todos! Después de tanto tiempo ausente, he vuelto con un tema que creo que es bastante actual, de interés común y muy necesario hablar.
¿Quién nunca ha tenido un momento de ansiedad que levante la mano? creo que 99% de la sociedad sufre de ese mal que tanto daño nos hace. Os quiero enseñar cómo yo la detecto y cómo la trato.
Pero antes de ir al grano, os quiero dejar claro que no soy experta en el tema. Todo lo que os diré es porque lo viví en mi propia piel y busqué ayuda de un profesional.
Según el diccionario, ansiedad es:
- Estado mental que se caracteriza por una gran inquietud, una intensa excitación y una extrema inseguridad.
- Angustia que acompaña a algunas enfermedades, en especial a ciertas neurosis.
Todos pasamos por momentos difíciles pero para mi lo que de verdad genera ansiedad no son estos momentos dificiles, sino cómo interpretamos o reaccionamos a ellos. En otras palabras, es la visión que tenemos del problema en si. Puede que tú y yo tengamos el mismo problema, pero actuemos de diferente manera.
Os voy a dar un ejemplo para que entendáis un poco mi razonamiento. Yo tengo miedo de araña. Hasta que no aparezca delante mío una, no activaré este miedo, o sea, para que yo sufra hay que aparecer una araña de verdad delante de mis ojos.
Pero si yo estoy paseando en el campo y empiezo a "suponer" que en cualquier momento "podría" salir una araña de entre los árboles, eso generaría en mí un miedo paranoico por algo que todavía no ha ocurrido y ni es seguro de que ocurra.
En mi opinión ansiedad es un miedo innecesario casi siempre por algo irreal o por algo que todavía no se sabe si existe. Es vivir el mañana antes de disfrutar el hoy.
Este ejemplo es muy básico y parece un poco tonto pero puede ser aplicado a otros momentos de nuestra vida, ya sea laboral, sentimental, etc.
He aprendido que no es malo tener miedo. El miedo nos hace tener equilibrio entre ser precavido y valiente. Pero la ansiedad no!! Ella te mata antes de tiempo, te consume por dentro, te hace montar una película ante un "problema" que todavia no lo es. Lo peor de todo es que te enferma.
- Cómo yo detecto mi ansiedad por algo:
Cuando empecé la terapia, lo primero que aprendi es que NO HAY LEÓN. No hay ningún "león" delante nuestro para que tengamos miedo, ni prisa, ni ansiedad, ni rabia, ni lloro, ni ira, ni estrés. Si no hay león, no hay peligro de muerte.
Y si no hay peligro de muerte no hay de qué temer ni del qué correr ni porqué amargarse. Aveces es solo un gatito, pero nuestra visión está entorpecida por la ansiedad.
Este maldito estado es tan común en nuestro día a día que si dejamos y no lo cuidamos se tranforma en un hábito y nos hace pensar que ya es parte de nuestra personalidad. Llegamos muchas veces a decir: es que yo soy así.
. ¡Pero no!! Nosotros no nacemos ansiosos pero sí que nos hacemos. Créame, hay como cambiar ese estado. Tenemos algo que ningún otro ser vivo tiene, un cerebro con capacidad para pensar.
- Cómo yo trato de controlarme para no perder energia ni salud
Como dije antes, la visión que tenemos de un problema en concreto puede hacer con que tengamos distintas reacciones. Yo puedo permitir que esta visión robe mi tranquilidad, mi alegría de vivir, mi lógica y razonamiento o puedo estar en alerta teniendo cuidado de interpretar bien las circunstancias, analizar lo que tenemos delante y no ser rehén de nuestros ojos.
Porque gran parte de lo que llamamos "problema" ya sea una cosa o una persona, en realidad puede que no sea nada de aquello que vemos o juzgamos, y sí, un producto de nuestra interpretación. Recuerden que un error común es : suponer en vez de preguntar.
No somos concientes del gasto de energia y vitalidad que perdemos cada vez que entramos en estado de ansiedad. Estamos constatemente ansiosos por cosas futuras y sufrimos anticipadamente.
Yo era así, estaba siempre pensando en el "Y SI". Y si me quedo sin trabajo, y si me pongo enferma, y si pasa algo a mi marido, y si no puedo tener hijos, y si tengo hijo y no puedo mantenerlo, y si pasa algo a mi madre, y si no llego a fin de mes, y si no les gustan mi trabajo, y si nunca más adelgazaré, y si la gente se ríe de mi, y si...
Busqué ayuda con un terapeuta para tratar principalmente mi problema de hipotiroidismo como ya os conté anteriormente (ver aquí) y de paso que me ayudara a ordenar mis emociones y pensamientos.
La terapia me ayudó bastante con mi enfermedad en un principio, no lo voy a negar, de echo lo sigo haciendo porque me va genial, pero lo que realmente me hizo notar un cambio radical en mi ansiedad fue volver a conectarme con mi lado espiritual.
Por recomendación de mi psicólogo, era necesario que yo encontrara esa paz de que tanto se habla en el mundo pero que realmente pocos la han sentido literalmente.
Soy cristiana de toda la vida, pero yo no ejercía mi fé. Como la mayoría de la gente, solo buscaba a Dios cuando tenía problemas. Luego me olvidaba de que Él existia.
Pero Él existe, y por fin encontré la paz que tanto buscaba. Es en Jesus Cristo, en quién le pongo toda mi ansiedad.
Y no, no me avergüenzo de eso, todo lo contrario, tengo orgullo de lo que soy y de lo que vivo. Y no es una religión, sino que es mi estilo de vida.
Se que muchos de vosotros no creen y que os parece locura o un cuento chino, pero os digo de todo corazón, que mi vida cambió. Y no, no me han lavado ni me han comido el cerebro. Soy totalmente consciente de que sigo a un Dios vivo y verdadero.
Tampoco os quiero convencer de nada, no es mi labor. Solo os estoy contando mi experiencia. Pero no puedo dejar de decir que Jesus es la medicina perfecta para la ansiedad y te la receto.
