sábado, 27 de febrero de 2016

Todo va sobre ruedas





¡¡Hola a todos!! Después de unas semanas bastantes movidas, parece que todo vuelve a la calma, o eso espero. ¡Confío que todo irá sobre ruedas! ¿Sabes cuando te viene a la mente una serie de imágenes totalmente sin sentido y de repente todo parece conectarse y tomar su forma?

¡Así está mi vida actualmente!! Todo se va encajando, la luz apareciendo al final del túnel. En fin, la vida nos pone el camino y nosotros solo tenemos que trazarlo, ¿cierto?! No!! Para nada pienso que la vida se resuma en eso.

Hoy vengo con un tema inspirado por Ed René Kivitz, un escritor brasileño, a quien admiro por su tremenda capacidad de reflexión y su manera de conducirnos a este choque de realidad que todos necesitamos.

Continuamente seguimos pautas, reglas y conductas dirigidas por una sociedad occidental totalmente dominada por el capitalismo. Este tipo de mentalidad está tan anclada en nuestra generación que, creo yo, ya no hay marcha atrás.

Vivimos solo y exclusivamente para cumplir metas, fijar objetivos, alcanzar resultados, enfocando nuestra vida siempre en un único sentido, en el futuro. El aquí y el ahora pasa desapercibido.


¿Ya habéis parado a pensar que desde pequeños nos sometem a una serie de exigencias? Los niños son el reflejo de la frustación de sus padres, que se les exigen ser mejores en todo aquello en que sus padres no pudieron ser. Casi no les quedan tiempo de ser lo que realmente son, niños.



Cuando adulto, nos ponemos metas para tener novio, para casar, para tener un trabajo, para tener hijos, todo es para agradar a los demás, etc... Siempre estamos pensando en el objetivo, somos definidos por el lugar que queremos llegar, y nunca por el momento en que estamos disfrutando, transformándonos en personas ansiosas, impacientes y compulsivas.




¿Pero quién dijo que yo tengo que ser la mejor de mi clase? ¿Quién dijo que yo tengo que jugar a fútbol y no ser un bailarín? ¿Quién dijo que yo tengo que ir a la universidad o hacer un master para tener prestigio? ¿Quién dijo que yo tengo que ser madre antes de los 30? ¿Quién dijo que yo tengo que saber inglés, o aprender una segunda lengua para conocer el mundo? ¿Quién dijo que tengo que casarme para ser feliz? ¿¿Quién???


En mi opinión, no podemos cambiar nuestra cultura, es parte de nuestra historia, tampoco digo que no se debe tener propósitos, pero si que podemos ser diferentes. Ser tu mismo es la cuestión. Para eso debemos conocer nuestra identidad, auto conocernos. 
Dejemos de actuar como robots. Somos iguales porque somos seres humanos, pero somos individuales. Auténticos. Únicos.




Busca primero tu identidad y encontrarás tu camino y tu esencia, deja de actuar por influencia de los demás, Utiliza tu cerebro para tomar decisiones, porque engañoso es el corazón y las malas compañias. Madura tus ideas, tus propósitos y busca conexión con tu lado espiritual. Eso te ayudará.
No permitas que nada ni nadie te quite la capacidad de vivir intensamente las cosas simples de la vida.

Espero que os haya gustado la reflexión de hoy. Sé que os prometí ser más constante en el blog, pero de momento me está siendo imposible, ya que tengo mi trabajo paralelo a eso, y el blog me consume mucho tiempo. Pero como lo hago por hobby y no por obligacón espero obtener vuestro perdón ¿OK?

¡¡Toques de besos y hasta el próximo post!!

1 comentario:

Gracias por visitarme y participar.